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Este efecto vaquero consigue un acabado muy original y vintage, tipo jeans. Y como personas inquietas y curiosas, también nos lleva a preguntarnos… ¿Cómo se originó este tipo de tejido? ¿Por qué se llama así?. ¡Continúa leyendo!
LEVI’S STRAUSS. El nacimiento de la prenda más icónica.
La historia de los pantalones vaqueros, probablemente la prenda más universal y usada en todo el mundo desde la revolución industrial, surgió de la unión de un letón, Jākobs Jufess, y un alemán, Löb Strauß.
Como muchos de los nuevos inmigrantes llegados a Estados Unidos en el siglo XIX, cambiaron sus nombres al poco de pisar tierra: Jacob Davis y Levi Strauss.
Levi Strauss, comerciante nacido en la región alemana de Bavaria, llegó a la ciudad de Nueva York a los 17 años para participar en la empresa fundada por sus hermanos, J Strauss Brother & Co. Se mudó a San Francisco en 1853, para abrir una sucursal del negocio mayorista familiar, aprovechando la oportunidad que el apogeo de la fiebre del oro representaba: Vendía ropa, botas y otros artículos a las pequeñas tiendas del oeste americano. Entre los muchos productos que vendía, estaba un resistente tejido de algodón importado, el denim.

Jacob Davis, un sastre de Reno, Nevada, nacido en Letonia, era un cliente de Strauss (en la imagen), al que compraba tela vaquera de Levi’s para su negocio, donde producía artículos resistentes como tiendas de campaña, mantas para caballos y fundas para carros. Una empresa minera de oro le encargó que creara pantalones que fueran resistentes y pudieran soportar el trabajo duro.
Tuvo la corazonada de que si tomaba un pedazo de pequeño remache de metal y lo ponía en los puntos de tensión de unos pantalones creados con el duro tejido que adquiría a Levi, justo alrededor del área del bolsillo, podría crear una prenda súper resistente y muy duradera.
Los pantalones fueron tan bien recibidos que comenzó a correr la voz y recibió tantas solicitudes que decidió escribirle a su proveedor de telas, Levi Strauss en San Francisco y preguntarle si estaba interesado en obtener una patente.
Strauss, fiel representante de la personalidad oportunista y práctica que marcaría la evolución del joven país donde vivía, aprovechó la oportunidad, invitó a Jacob Davis a mudarse a San Francisco, y juntos manufacturaron los primeros jeans del mundo.
Juntos crearon y patentaron esta ropa de trabajo reforzada con remaches de cobre, fabricada con tela vaquera original azul. El 20 de mayo de 1873, el Registro de Marcas y Patentes de los EE.UU. otorga la patente núm. 139.121 a Levi Strauss & Co. y Jacob Davis por su invento, el remache metálico. Así es como nacieron los vaqueros o «blue jeans», inicialmente denominados “XX”.
En 1886, diseñaron el logo: dos caballos que tiran de un pantalón para intentar romperlo. Añadieron su distintivo Arcuate, las puntadas en forma de arco en los bolsillos traseros. Finalmente en 1936 introdujeron las etiquetas rojas con la marca.

¿POR QUÉ TUVIERON TANTO ÉXITO ESTOS PANTALONES?
La mezclilla original era teñida con tinte de la planta Indigofera tinctoria.
A diferencia de la mayoría de los tintes naturales que, en altas temperaturas, penetran las fibras de la tela directamente, el índigo se adhiere sólo al exterior.
Al lavar la áspera mezclilla, algunas de estas moléculas de tinte se eliminan, llevándose cantidades minúsculas de los hilos con ellas, pero como el material es tan fuerte, perder algunas fibras no es muy grave. De hecho, lo mejora, pues cuanto más lo lavas, más suave queda.

Para los trabajadores, una prenda lo suficientemente resistente para soportar arduas labores que se volvían más cómodos pero no delicados, era ideal.
Esa cualidad de adaptarse al cuerpo de cada persona, convirtiéndose en una segunda piel que se desgasta con el paso de la vida, los hizo omnipresentes.
Strauss falleció en 1902. Sus cuatro nietos continuaron con su legado y actualmente los herederos del fundador están representados por la familia Haas.
No fue hasta después del siglo XIX cuando empezaron a aparecer competidores en el mercado del denim: Wrangler (1905) y Lee (1911).

JEANS Y DENIM
Pero, ¿de dónde provienen los términos de «Jeans» y «Denim»?
Francia, sobre el año 1560. Los tejedores de Nimes estaban intentando replicar un tejido de algodón resistente conocido como ‘jean fustian‘, una tela medieval robusta de algodón y lino hecha en Génova desde el siglo XII, utilizada por los marinos italianos que desembarcaban en esa ciudad, y que se escribía Gene o Genes y que se conocía a mediados del siglo XVI en Francia, como Jean.

Aunque fallaron, se dieron cuenta de que habían desarrollado un tejido único y resistente como ningún otro.
Era una sarga de algodón trenzado que fabricaban pasando la trama por debajo de los hilos de la urdimbre (los que se colocan en el telar paralelamente para formar una tela).
Usaban índigo, uno de los tintes más antiguos, para teñir de azul los hilos de la urdimbre, pero dejaban los hilos de la trama con su color blanco natural. El proceso le daba a la tela un color azul único en un lado y blanco en el otro.
Así la industria textil local de la ciudad francesa desarrolló, entre los siglos XV y XVI un nuevo tejido más suave y flexible, que ha pasado al español como «sarga».. Al principio de lana y luego de algodón, generalmente teñido de azul. Tejido conocido como «de Nimes» o simplemente como «de-nim» o «denim»
Comenzó a exportarse a EE. UU. para la confección de las lonas de las carretas y las velas de los barcos; así como para las prendas de la marinería.
IMPACTO DE LOS JEANS EN LA HISTORIA
A principios del siglo XX, el denim se adoptó como la opción preferida de tela para la ropa de trabajo de los vaqueros, mineros y granjeros del oeste de Estados Unidos. No solo era una tela barata, sino que el denim era más duradero y resistente que otras alternativas, tradicionalmente fabricadas con algodón, lino y lana. Después de que Levi’s & Strauss patentara los remaches de metal para hacerlos más resistentes, comenzaron a producir los icónicos pantalones de denim azul que se convirtieron en una característica común entre los hombres trabajadores.

Los jeans modernos comenzaron a aparecer en la década de 1920, pero las ventas se limitaban en gran medida a la clase trabajadora del oeste de los Estados Unidos, como los vaqueros, los leñadores y los trabajadores del ferrocarril. Se cree que los jeans Levi’s se introdujeron por primera vez en el Este durante la locura de los ranchos turísticos de la década de 1930.
Otro capítulo se desarrolló durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los jeans azules fueron declarados un producto «esencial» y se vendieron sólo a quienes realizaban trabajos de defensa o militares.
En la década de 1940, los soldados estadounidenses llevaron consigo sus pantalones vaqueros a ultramar. Aunque la producción de ropa de trabajo de mezclilla (o monos de cintura alta, como se los conocía en ese momento) disminuyó debido a la escasez, el final de la guerra marcó un cambio en su percepción. Los pantalones vaqueros de mezclilla dejaron de asociarse con la ropa de trabajo y pasaron a estar más estrechamente vinculados con la ropa de ocio.
Pero ya fue en la década de los 50 cuando se produce la verdadera popularización de esta prenda: Las cremalleras se incorporaron por primera vez en 1954 y la generación más joven comenzó a usar pantalones de denim como ropa informal. A medida que más y más personas comenzaron a usar denim, comenzaron a referirse a ellos como «jeans» en lugar de overoles de denim. Las estrellas de cine como Marilyn Monroe reinventaron el denim jean como un estilo empoderador y sexualizado.
James Dean y Marlon Brando redefinieron para siempre el humilde vaquero con sus papeles en películas de culto como «El salvaje» y «Rebelde sin causa», siendo el modelo icónico a imitar por miles de jóvenes. Culturalmente, los vaqueros se convirtieron en un símbolo de la rebelión juvenil durante los años 50 y 60, cuando los estudiantes universitarios comenzaron a usarlos como protesta contra la guerra de Vietnam y la formalidad del sistema. Muchas escuelas de EE. UU. prohibieran su uso. Parecía que nada podría frenar la popularidad de los vaqueros, como citó un periódico: «El 90% de los jóvenes estadounidenses usan vaqueros en todas partes, excepto en la cama o en la iglesia».

Otros países también empezaron a acostumbrarse rápidamente a llevar vaqueros. Los militares estadounidenses que estaban de servicio en Europa y Japón solían llevarlos cuando no estaban de servicio para demostrar que eran estadounidenses. El vaquero se convirtió en un símbolo cultural . Los pantalones mostraban al mundo una forma de vida más feliz, algo que la gente necesitaba, especialmente después de lo que habían soportado durante la Segunda Guerra Mundial.
Posteriormente vendría la revolución hippie, donde también desempeñaron un papel importante, pasando a todos los entornos sociales en los 70, los grupos de rock o diseñadores de moda en los 80.
De Génova a Nimes, de San Francisco al mundo, los jeans vaqueros se han convertido en uno de los mayores iconos en la moda, una declaración eterna de rebeldía y estilo.