LA LANA: EL ABRIGO DE LA HUMANIDAD

LA LANA: EL ABRIGO DE LA HUMANIDAD

Los tejidos elaborados a partir de la lana de oveja son parte de nuestra vida desde hace mucho, pero…¿cómo empezó todo?

Como cualquier origen perdido en la noche de los tiempos, nadie puede saber exactamente cuándo empezó a usarse la lana para cubrirnos. Seguramente fue la casualidad, aderezado con una chispa de oportunidad y genialidad, lo que provocó uno de los hitos en la historia de la civilización.

Todo parece apuntar a que fue en algún punto de Asia occidental, quizás en la actual Irak, donde, durante el Neolítico,  se empezó a usar la lana de las ovejas, hasta ese momento domesticadas sólo por su carne o leche.

Los humanos aprendieron a hilar este material de lana para hacer hilo y a tejer el hilo para hacer tela, y así nació el tejido de lana.

En esa época, las ovejas, domesticadas a partir del muflón, tenían una lana muy diferente a las actuales: Unos pelos largos y gruesos en la capa exterior para protegerlas del frio y la lluvia, cubrían una capa de lana más fina y suave pegada al cuerpo. Durante las generaciones posteriores, los procesos de selección de los cada vez más avezados ganaderos, dieron lugar a razas mucho mejor adaptadas para su explotación lanar.

Hoy en día la selección ha llegado a un punto en el que las ovejas no podrían soportar el peso de su propia lana si no fueran esquiladas una o dos veces al año.

De igual manera, las técnicas de esquilado y de tejeduría fueron evolucionando y modernizándose. Pasamos de obtener la lana con las manos, a peines de bronce hasta llegar a las tijeras.

Alrededor del 4000 a.C. las ovejas lanudas fueron introducidas en Europa desde Oriente Próximo y ya en la época romana la lana era el principal material para vestir a toda la sociedad, junto al lino y al cuero. Por aquella época el algodón de la India o la seda de extremo Oriente, eran, desde el punto de vista occidental, poco más que un mito prácticamente desconocido.

Salvo en el antiguo Egipto, donde la lana de oveja era considerada impura, el impacto de este material fue general hasta la época actual. En la biblia encontramos cientos de referencias a la lana.

Durante la Edad Media, la lana y su comercio, se convirtió en el principal motor económico de países como Inglaterra, Castilla, Flandes o las regiones del centro de Italia. Los grandes bancos del Renacimiento italiano y grandes familias como los Medici basaron su potencial en el comercio textil. De igual manera, en la actual España, el reino de Castilla basó su preponderancia en la oveja merina, exclusiva de la meseta castellana y controlada por la Mesta, agrupación de los propietarios. Puedes saber más sobre la oveja merina aquí.

El impacto de la lana, abrigo del ser humano desde los albores de su civilización, empezó a decaer en la última mitad del siglo XX, con la aparición de las fibras sintéticas, que paulatinamente han ido desplazando a la fibra natural.

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